José Luis Íñiguez de Onzoño. Foto: Centro Vasco de Arquitectura

1927-2022

El arquitecto bilbaíno José Luis Íñiguez de Onzoño Angulo falleció a los 95 años en Madrid. Se formó en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid y allí conoció al que habría de ser su socio durante muchos años, Antonio Vázquez de Castro. Recién terminada la carrera, ambos recibieron el encargo de proyectar el Poblado dirigido de Caño Roto, que habría de convertirse en uno de los emblemas de la renovación de la arquitectura durante el franquismo, y que refleja ya los rasgos fundamentales de una arquitectura que quiso sostenerse tanto en la racionalización geométrica y constructiva como en la expresividad formal. Con Vázquez de Castro, Íñiguez de Onzoño proyectó a lo largo de varias décadas otros edificios importantes en Madrid, desde la sede de la Mutua Madrileña Automovilística en la calle Almagro o el polideportivo Antonio Magariños en la calle Serrano, hasta la rehabilitación del Hospital General de Madrid —actual Museo Reina Sofía—, al que añadieron las célebres y vidriadas torres de ascensores de acuerdo a un proyecto firmado junto al británico Ian Ritchie. Íñiguez de Onzoño también trabajó con otros arquitectos, como su hermano Rubén y Juan Daniel Fullaondo, y complementó su trabajo profesional con la docencia en la universidad.