1938-2022

Nacido en la Hiroshima que en pocos años sería destruida por la bomba, Issey Miyake se graduó en la Tama Art University de Tokio en 1964, antes de trabajar durante varios años en París y Nueva York para instruirse en los principios fundamentales de la costura, y de retornar en 1970 a la capital japonesa para fundar su propio estudio de moda. Desde el principio, Miyake dio muestras de la rigurosa voluntad de innovación que habría de caracterizar su trabajo: experimentó con telas diversas, dio un nuevo sentido a las técnicas de confección tradicionales de su país, y supo reinventar el jersey de poliéster para que se ajustara con naturalidad al cuerpo. Pero la fama le llegó en los ochenta, cuando dio un sentido más práctico a sus diseños y, sobre todo, revolucionó el mundo de la moda con sus plisados, que en lugar de trabajarse sobre el tejido se aplicaban al bies sobre la prenda acabada y se fijaban con una máquina que aplicaba calor. El resultado fue ese tipo de prendas, sofisticadas y llamativas pero siempre cómodas, y tan fáciles de lavar como de guardar en la maleta, que tanto gustaría a la intelligentsia global: los ajustados jerséis de cuello Perkins de Steve Jobs y las voluminosas gabardinas de Zaha Hadid, por ejemplo.