El 1 de abril falleció en Madrid Antonio Lamela, uno de los últimos maestros de la modernidad española. Titulado en 1954 por la ETSAM Lamela orientó su inteligencia práctica a la creación de un modelo de estudio por entonces inexistente en nuestro país, en el que la búsqueda de la rentabilidad a través de grandes promociones se conjugó con el rigor de diseño y la exploración de tipos inéditos (Lamela fue el primero en diseñar un motel y un supermercado en España). Pero, sin duda, la mayor aportación fueron sus obras en Madrid —del Hotel Meliá a la Terminal 4, pasando por las Torres de Colón—, que ayudaron a conformar la imagen de la ciudad a través de una modernidad visionaria y a un tiempo corporativa.