Desde hace más de una década la producción de Suiza y la de Holanda monopolizan el interés de los arquitectos. Del país alpino se admira, entre otras cosas, su precisión constructiva casi maniática, y del país de los pólders sorprende, sobre todo, la vitalidad de sus propuestas teóricas y panorámicas. A deshacer esa oposición maniquea entre detallistas y generalistas puede contribuir este volumen, dedicado al análisis de los detalles constructivos de un grupo de arquitectos holandeses de distintas generaciones y sensibilidades. Claro que el autor del libro no está interesado únicamente en los aspectos estrictamente constructivos; contempla los detalles como visualizaciones de ideas o estrategias del proyecto, ampliando y contextualizando así su significado.
Tras una introducción cuyo título, ‘Dios no está en los detalles’, ofrece pistas del enfoque, cada estudio es objeto de un capítulo, con unos textos que merece la pena leer acerca de la ‘pureza’ de Wiel Arets; el pragmatismo de Benthem y Crouwel; la neutralidad de CEPEZED; el ingrediente insólito de Erick van Egeraat; la determinación ordenadora de Herman Hertzberger; la naturalidad de Mecanoo; el efectismo de MVRDV; los NO-detalles de OMA; los estratos de Hans Ruijssenaars; el músculo estructural de Van Berkel y Bos; las superficies deseables de Rudy Uytenhaak; y la combinación entre lo obvio y lo sugerido de Koen van Velsen.
Aunque el tamaño de algunas sea excesivamente reducido, las numerosas fotografías documentan con gran rigor los distintos aspectos analizados; y respecto a los dibujos, son lamentablemente lo menos acertado del libro: habría sido mejor no rehacerlos para que conservasen el sello distintivo de cada autor.
