Fallecido en Roma a los 92 años, el responsable de la rehabilitación de los frescos vaticanos estaba considerado uno de los grandes maestros del gremio en el último siglo.
Proveniente de una familia de abogados, Colalucci se formó en el prestigioso Istituto Centrale per il Restauro, donde ejercía entonces como director Cesare Brandi, personalidad decisiva en el cambio de paradigma en la formación y reconocimiento de la restauración como una práctica multidisciplinar, compleja y fundamental para la conservación y tratamiento de los bienes artísticos, más allá de las meras prácticas artesanales o reparadoras. El magisterio de Brandi, o de Giovanni Urbani, otro profesor relevante del momento, conformaron el bagaje formativo de Gianluigi Colalluci quien, después de pasar un tiempo en la Galleria Nazionale de Sicilia, pasó a formar parte de la plantilla vaticana de restauradores en 1960...
El País: Gianluigi Colalucci, restaurador de la Capilla Sixtina