(1919-2003)

Tras padecer una penosa enfermedad que le había dejado paralizado y sin habla desde 1998, el arquitecto de Sri Lanka murió de un ataque al corazón cuando se encontraba en el centro del laberinto de su casa de Bagatelle Road en Colombo, probablemente la obra que mejor resume su legado. Bawa llegó a la arquitectura casi por casualidad, tras renunciar en 1948 al ejercicio de la abogacía y comprar una finca de caucho abandonada en Lunuganga, donde decidió que quería hacer un jardín renacentista, al darse cuenta de que carecía de capacidad técnica para llevarlo a cabo se matriculó en la Architectural Association londinense, titulándose a los 38 años. A pesar de su formación, no renunció a la herencia propia —donde confluyen influencias coloniales, de la vecina India y de los comerciantes árabes—; de la combinación de formas y materiaes tradicionales con los espacios abiertos y fluidos del Movimiento Moderno resulta la casa Ena de Silva (1960-1962), otra de sus mejores realizaciones. Durante la década de los ochenta construyó edificios institucionales como el Parlamento y el campus de la Universidad de Ruhuna; y en la siguiente proyectos turísticos como el hotel Kandalama.