La exposición ‘Fantasías del harén y nuevas Sherezades’ nos propone un recorrido extraordinariamente complejo, nada habitual dentro del panorama de exposiciones —más bien sencillas e inmediatas, tan ‘didácticas’—al que estamos acostumbrados.
En la línea bien consolidada del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), que ha producido la muestra y la acoge, la mezcla de materiales de todas clases —documentos y libros, miniaturas, fotografías y vídeos, dibujos y pinturas, algunas de una calidad extraordinaria— es ya el primer signo de esa complejidad, que además se extiende a la cronología y a la geografía, las cuales abarcan momentos y lugares muy diversos, provocando tanto saltos como continuidades, continuidades y saltos, esto por lo otro, inesperados y sorprendentes.
Así es como está hecha, en el más profundo sentido de la palabra, la cultura: como un derrame de cosas, lugares y tiempos, como una temporalidad humana absolutamente porosa, llena de derivaciones y nudos, llena de encrucijadas en las que la única decisión posible viene marcada siempre por un carácter lúcido, necesariamente destructivo: el que no teme a nada, ni a lo nuevo ni a lo viejo... [+]