No solo el éxito profesional, sino la sabiduría de un empeño creativo que ha sabido mantenerse a lo largo de cuarenta años, han colocado a Jacques Herzog y Pierre de Meuron en la posición indiscutible de grandes arquitectos de nuestro tiempo. Por ello, la exposición que recoge su obra en la Royal Academy of Arts de Londres hasta el 15 de octubre, más que un manifiesto, debe considerarse un homenaje o, en puridad, un autohomenaje —el comisariado se debe en buena parte a la propia oficina de Basilea— que celebra la continuidad de su trabajo. Cuatrocientas piezas dan cuenta del peculiar universo de Herzog & de Meuron a través de formatos diversos que van desde la fotografía o los archivos colocados en estanterías abiertas hasta los últimos muebles diseñados por el estudio y las impresionantes muestras a escala real de fragmentos de sus edificios. La exposición presta también atención a la más reciente arquitectura hospitalaria de la pareja suiza —como el proyecto REHAB que presentan Bêka & Lemoine a través de un documental—, y recurre asimismo a la realidad virtual, una concesión que habla de la tozuda modernidad de Herzog & de Meuron, pero que, habida cuenta de la fuerza de los objetos materiales presentados, se antoja acaso innecesaria, tal y como constata Luis Fernández-Galiano en la reseña de la exposición que incorpora este número de Arquitectura Viva.
Realidad aumentada. Herzog & de Meuron en la Royal Academy