La ciudad madrileña de Alcorcón (170.000 habitantes) acogerá Eurovegas. Esta noticia pone fin a las cábalas sobre la ubicación del megacomplejo de casinos y congresos controlado por Sheldon Adelson —primero con la pugna entre Barcelona y Madrid; después con la competencia entre tres enclaves madrileños—, pero inaugura otras especulaciones sobre la licitación del proyecto (marcadas por las acusaciones de corrupción a Adelson), así como acerca del marco normativo, habida cuenta de que la inversión ha sido atraída, en parte, por todo un paquete de exenciones fiscales (parece probable el ‘perdón’ de casi todos los impuestos municipales y las tasas regionales del juego, además de la modificación de la ley antitabaco). Merced a una inversión inicial, por parte de Adelson, de 2.700 millones de euros, un terrain vague —vulgo secarral— de 750 hectáreas confinado entre autopistas y lindante con la capital será el lugar que en cinco años —la fecha prevista de la inauguración es 2017— acogerá el mayor complejo de casinos y congresos de Europa. Este lucrativo no lugar, que dará empleo directo a unas 10.000 personas, poseerá cuatro hoteles y dos casinos contenidos en varios rascacielos que, con sus ochenta plantas, serán los más altos de España, y estarán rodeados de restaurantes, auditorios, campos de golf y, como no podía ser de otro modo en un proyecto que se inspira en Las Vegas, una recreación de la neoyorquina plaza de Times Square.
