Radicalidad, optimismo, espíritu de transformación es lo que sin duda inspira la obra de Jan Brinkman (1902- 1949) y Leen Van der Vlugt (1894- 1936). Así la han contado las historias de la arquitectura moderna y así la hemos percibido al encontrarnos con la que sigue siendo peregrinación obligada: la fábrica Van Nelle en Rotterdam. Sin embargo, es la idea de continuidad —tanto en la construcción de esta ciudad portuaria como en la herencia de proyectos por sucesivos equipos— la que ha sido largamente silenciada, y es en este estudio aportación principal.
El libro se centra en la contribución de Brinkman y Van der Vlugt a la creación de una ciudad ideal moderna a través de una serie de obras que abarca todas las escalas, desde la cabina telefónica (1932) que ha formado parte el paisaje urbano de todo el país durante más de cincuenta años, hasta el bloque de viviendas Bergpolder (1934) o el estadio de fútbol Feijenoord (1936). Joris Molenaar se embarca en la difícil tarea de exponer el trabajo de este tándem como parte de un tejido mucho mayor. Sin ocultar la preponderancia creativa de Van der Vlugt en lo que fue un «matrimonio de conveniencia», el autor narra también las delicadas situaciones que afrontó Brinkman en 1925, cuando tuvo que asociarse con Van der Vlugt por imperativo del comitente de la fábrica Van Nelle, y en 1936, cuando la inesperada muerte de Van der Vlugt le llevó a asociarse con Van der Broek.
Fruto de una rigurosa investigación reforzada con el encargo que recibió el propio Molenaar para rehabilitar la casa Sonneveld, Nai010 publica ahora esta cuidadosa selección de obras que combina planos originales e imágenes de archivo con fotografías actuales, y que incluye el positivo del montaje fotográfico de la fábrica Van Nelle que utilizó Moholy-Nagy para terminar su Von Material zu Architektur (1929), eligiendo el edificio para describir las cualidades de la arquitectura del futuro: apertura, interpenetración espacial y primacía de los valores colectivos.