El fotógrafo que captura el relato ignorado tras el brutalismo madrileño
Aunque reconoce en Madrid buena parte de esa arquitectura que define a las ciudades cercanas al Mediterráneo, lo que le atrajo de ella al italiano Roberto Conte fue precisamente lo que para el gusto mayoritario es considerado pura fealdad: el brutalismo. Este movimiento, más centrado en su día en la ética de la ideología socialista que en reforzar el culto a lo estético, ocupó el paisaje de la ciudad a partir de mediados de los años 60.
Conte, que también es un viajero incansable, une estas tres pasiones en series fotográficas. En 2020 tuvo la posibilidad de llegar a Madrid a pesar de las restricciones sanitarias durante el mes de julio, para enfrentarse en persona y aportar una mirada diferente a las moles de hormigón que tanto había admirado en libros y webs y a las que a menudo la gente de la ciudad no presta atención. El Instituto del Patrimonio Cultural de España en Ciudad Universitaria, la Torre de Valencia que mira al parque del Retiro y el edificio de Fernando Higueras en San Bernardo son algunos de los inesperados modelos de un ensayo fotográfico que comparte en sus redes sociales...
El País: El fotógrafo que captura el relato ignorado tras el brutalismo madrileño