Shigeru Ban es un arquitecto de carácter; un cruzado de la causa que hace frente a los problemas del mundo con gran determinación. A lo largo de los últimos cinco lustros, Ban ha acercado la arquitectura a los seres humanos. Al contrario que los modernos, propagandistas de ideologías sobre el futuro, Ban cree que el deber del arquitecto es plantarle cara a los desastres con una fuerte resolución. Es un hombre de acción, determinado, con una capacidad, como nadie tiene, para llevar a cabo las cosas. Por ello, a menudo se le ha calificado como el ‘arquitecto que actúa’ o el ‘arquitecto que no conoce el descanso’.

La arquitectura está determinada por la historia, y también lo está la arquitectura de Ban. Pero su obra tiene un carácter pionero. La arquitectura moderna nacida a comienzos del siglo xx se rebeló contra la sociedad de clases de la centuria anterior, poniendo el énfasis en la importancia de la vivienda social y las instituciones públicas, e insistiendo en que la arquitectura debía medirse por valores éticos y no por estilos estéticos. Gropius, a quien se adjudica el mérito de conectar la modernidad de Europa y Estados Unidos, hizo hincapié en la arquitectura democrática, intentando incardinar esta idea en la sociedad americana a través del lenguaje arquitectónico forjado en la Bauhaus. Tras esta actitud se escondía también la creencia en el capacidad del diseño para transformar las ciudades, con el objetivo de establecer una sociedad civil. Por su parte, Habraken buscó elaborar una teoría del planeamiento mediante la prueba y el error, para reconstruir la vida cívica en la Europa de posguerra. Se atrevió a abolir la idea del diseño homogeneizador para dar pie, en su lugar, a una teoría más amplia de la planificación en la que los ciudadanos pudieran desempeñar un papel protagonista...[+]


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