(1943-2003)

Los delfines eran la verdadera pasión de Doug Michels, un arquitecto, diseñador y artista formado en Yale y Harvard que dedicó su vida a luchar por la salvaguarda de la vida marina. Su muerte, al caer de una torre de observación mientras trabajaba como consultor en el rodaje de una película sobre delfines y ballenas en Eden Bay (Australia), fue el epílogo de una trayectoria siempre crítica con la sociedad de consumo. Lo más recordado de su obra es el Cadillac Ranch (1974), una ‘escultura’ con diez de esos coches semienterrados en Amarillo (Texas). Media Burn —con un coche familiar estrellándose contra un muro de televisiones encendidas— y Eternal Frame —una recreación del asesinato de Kennedy con el arquitecto en el papel de Jackie— son otras de la acciones que Michels llevó a cabo con Ant Farm, un colectivo de artistas del que fue fundador y que se disolvió diez años después de su creación, en 1968, tras un incendio que destruyó su estudio de San Francisco. El grupo, del que formaron parte Chip Lord, Hudson Márquez y Curtis Schreier, llegó a ser muy conocido por su perfil contracultural, reflejo tanto de las esperanzas como de los miedos de su generación.