Dirección Sur
El torreón de un antiguo ingenio azucarero habilitado como estudio propio es uno más de los ‘hallazgos’ que parecen estar detrás de cada proyecto de Juan Domingo Santos (1961). Arquitecto por la Escuela de Sevilla y profesor en Granada, su trabajo parte de elementos buscados o encontrados para definir el carácter de cada intervención, hilvanando en un nuevo discurso piezas de distinta procedencia. Un tramo de la tubería del trasvase Huelva-Cádiz —recuperada de un desguace como probador para una tienda de ropa— inspiró la imagen corporativa de otras sucursales de la misma cadena, que han reproducido en vidrio estos fragmentos cilíndricos. Los cinco muros medianeros que atrapaban el solar fueron al tiempo inspiración y de safío del proyecto residencial en el barrio de San Matías, un ensamblaje de espacios de sección variable que reproduce en vertical el entramado abigarrado de llenos y vacíos característico del casco histórico de Granada. Y en el Albaicín, aunque aún sin construir, unos restos arqueológicos — enterrados en el jardín parásito surgido de los escombros de una corrala derruida— llevaron al arquitecto a levantar una suerte de plano del tesoro antes de empezar a proyectar la Casa de la Lona. Con nombres como ‘casa cofre’, ‘casa del agua’ o ‘casa con torreón’, las viviendas encuentran su forma a partir de las combinaciones de los vestigios de otro tiempo encontrados en el subsuelo —un trozo de muralla, un aljibe o el pavimento de un palacio musulmán— y las vistas de la vega, la Alhambra o los macizos montañosos que rodean la ciudad...
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