A la arquitecta mexicana Frida Escobedo le gustan las cosas que se ven como lo que son. Le gustan las cerámicas que se ven como cerámicas, no entiende, por el contrario, en un mundo tan concentrado en los artilugios del parecer, los materiales que pretenden verse como otra cosa, los que quieren alardear de ser maderas sin serlo, por ejemplo. Hay en ella, en su trabajo, pero también en su presencia, un clamor de autenticidad, una transparencia innegable entre lo que se es y lo que se muestra...