Este texto es un extracto de la conversación mantenida entre Jacques Lucan y Martin Steinmann a propósito de ‘A Matter of Art’, una exposición sobre la arquitectura suiza actual celebrada en el Centre Culturel Suisse de París en la primavera de 2001.
Jacques Lucan. Antes de hablar de Suiza y de la arquitectura moderna podríamos comenzar citando a Marcel Meili, quien evocando el clima de los años setenta ha dicho: «La modernidad no se percibía como un periodo a superar, sino como una herencia... El hecho de que, en gran medida, esta arquitectura extrajera su vitalidad de la continuidad con el Movimiento Moderno podría parecer contradictorio. Una de las peculiaridades de Suiza es que sufrió en menor medida que los países vecinos las ofensivas contra la cultura moderna.» Según Meili, la arquitectura suiza nunca dio la espalda a la modernidad, lo que ha dado lugar a un status quo rico y específico.
Martin Steinmann. Una de las razones es que Suiza se mantuvo al margen de ambas guerras mundiales, de manera que no hubo ningún tipo de ruptura. Hubo por supuesto ciertas regresiones y la arquitectura moderna no fue acogida con los brazos abiertos por todo el mundo, pero nunca fue rechazada del todo. También he de decir que en los sesenta—en mis años de estudiante— la arquitectura local era casi desconocida, y una de las cosas que mi generación hizo fue precisamente sacarla a la luz. Pensándolo bien, la razón por la que volvimos a los años veinte fue porque no había un corpus teórico, y mirar atrás era una forma de buscar una base racional, de entender nuestras raíces y tradiciones. Es también significativo que el interés por la Neues Bauen fue paralelo al que se experimentó por la semiología. Así que no sólo se trataba de reencontrar nuestras tradiciones; se trataba más bien de entenderlas como una estructura de formas que constituían un lenguaje y producían significados...[+]