Claude Parent
1923-2016
Fallecido al cumplir los 93 años, Claude Parent decía que su arquitectura era una «manera de empujar a las personas», de desestabilizarlas para que participasen de una nueva organización del espacio que él llamaba la ‘función oblicua’. Intelectualmente, este programa se forjó temprano, cuando el joven Parent compaginaba sus estudios de matemáticas con la formación en el atelier de Le Corbusier, y comenzaba a colaborar con personajes que a postre le ayudarían a proyectar su carrera, como André Bloc, director de L’Architecture d’Aujourd’hui, y el mítico Yves Klein. Pero su giro definitivo hacia la ‘oblicuidad’ se produjo en 1963, cuando Parent se asoció al urbanista y filósofo Paul Virilio para fundar un estudio donde se formaría una generación de arquitectos (Jean Nouvel sería uno de sus discípulos), y que fructificaría en un puñado de influyentes edificios definidos por su lenguaje radical a base de pendientes y diagonales y por su brutalismo, entre ellos la Casa Drusch en Versalles (1965), la Iglesia Sainte-Bernadette en Sens (1965) o las centrales nucleares de Cattenom y Chooz detestadas por los ecologistas pero en las que Parent veía la prueba de que el arquitecto podía ser más que «un mero decorador que escoge colores bonitos».