Casas colaborativas para suavizar la crisis inmobiliaria

'Cohousing' sénior Entrecantos, en Tres Cantos (Madrid)
Esta fórmula, en la que las viviendas son en cesión de uso, ofrece precios más bajos o un envejecimiento activo para las personas de más edad.
La especulación se ha convertido en uno de los enemigos de la vivienda, culpable en parte de una crisis galopante que castiga a los ciudadanos. Un castigo doble porque han de pagar por unas casas que casi nunca se adaptan a las necesidades de los residentes y que priman la individualización y el aislamiento.
Frente a los modelos tradicionales de alquiler y compraventa está la vivienda colaborativa (cohousing en su terminología inglesa), una forma de acceso que tiene sus raíces en Dinamarca en la década de 1960. En realidad, el funcionamiento es como el de una cooperativa —es la figura jurídica más adecuada, ya que ofrece el marco más garantista de gestión democrática—. Se trata de comunidades diseñadas, promovidas y gestionadas por sus miembros y constituidas por viviendas de uso privativo y espacios comunes para compartir servicios y cuidados...
El País: Casas colaborativas para suavizar la crisis inmobiliaria