1934-2014
El fallecimiento del milanés Bernardo Secchi ha dejado un vacío en el campo de la reflexión sobre la ciudad contemporánea. Catedrático del Istituto Universitario di Architettura de Venecia y decano entre 1976 y 1982 de la facultad de Arquitectura del Politecnico di Milano, Secchi desarrolló una amplia carrera como urbanista —asociado desde 1990 con Paola Viganò—, con obras como el Plan de Milán (1963), el Plan Regional de Trento (1966), el Plan General de Madrid (1984) o la colaboración como asesor del desarrollo del Gran París, el Gran Bruselas o el Gran Moscú. No menor fue la influencia de Secchi a través de su actividad docente y sus escritos, en los que, partiendo de la aproximación formalista y analítica típica de la escuela italiana de los años 1980 —cuyo órgano de difusión fue la revista Casabella, con la que colaboró asiduamente—, supo introducir aspectos sociológicos y cualitativos. El resultado fueron once libros, entre los que destaca La città dei ricchi e la città dei poveri (2013), en el que Secchi afirma que la lucha contra la desigualdad social reflejada en la estructura espacialmente injusta de la ciudad debe ser un factor determinante en cualquier proyecto urbanístico.