El periodista Josep Massot analiza en un libro las distintas posiciones de creadores como Miró o Tàpies en la España de la posguerra y el papel de los galeristas nazis refugiados en el país.
El 2 de mayo de 1939, cuatro meses después de la entrada de las tropas franquistas en Barcelona, se celebró una ceremonia en la plaza de Cataluña presidida por un obelisco levantado en memoria de los nacionales muertos durante la Guerra Civil. Leyeron discursos Mariano Calviño, jefe provincial del Movimiento, y el escritor Ernesto Giménez Caballero, que enumeró los males de la democracia, la masonería y la República por haber concedido “la independencia de Cataluña y Vasconia y de la mujer frente al marido”. La jornada, suspendida por la lluvia, fue recogida en los diarios. La Vanguardia Española reprodujo en su portada, a toda página, la foto realizada por Antoni Campañà de un joven con uniforme de honor de la Falange Española junto al obelisco...
El País. Artistas españoles frente a Franco: el largo viaje desde el falangismo hasta la oposición