‘Arquitectura necesaria’, primera jornada
Acaba de inaugurarse en el Baluarte de Pamplona el III congreso internacional que convoca la Fundación Arquitectura y Sociedad. Si las ediciones anteriores, ‘Más por menos’ y ‘Lo común’ se dedicaron a dos cuestiones relevantes en tiempos de crisis, la austeridad y la solidaridad, en esta ocasión el evento trata sobre ‘lo necesario’ en un doble sentido: lo necesario como aquello que resulta imprescindible en momentos de dificultad, y lo necesario como adjetivo que no se renunciar a seguir aplicando a la arquitectura, frente a aquellos que ponen en cuestión su papel en la sociedad o incluso su propia existencia. Organizado en tres jornadas –‘arquitectura y cobijo’, ‘arquitectura y placer’ y ‘arquitectura y eficacia’– que se desarrollarán a lo largo de sendos días, el congreso ha contado con la presencia de autoridades y personas de referencia –entre ellos, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y el diplomático y vicepresidente de la Fundación organizadora, Javier Conde, además del director del evento, Luis Fernández-Galiano–, y ha comenzado con una conferencia magistral de Dominique Perrault. El arquitecto francés nacido en 1953 ha defendido que el carácter necesario de la disciplina consiste en su capacidad para trascender las meras exigencias funcionales, y ha ilustrado esta tesis con un extenso y dinámico repaso a su trayectoria, agrupando obras y proyectos bajo tres conceptos: la construcción del paisaje; la intervención sobre el patrimonio, y el trabajo sobre el espacio público. A continuación han intervenido los dos relatores de esta primera sesión, el crítico e historiador italiano Fulvio Irace y el comisario alemán Andres Lepik, que han presentado sus ideas sobre el concepto de necesidad en la arquitectura: el primero, remontándose a John Ruskin y examinando la idea a la luz del Movimiento Moderno; el segundo, centrándose en varios proyectos de cooperación en África, e incidiendo en el reto que supone para la arquitectura el hecho de que en torno a un 70 % de la población de ese continente vivan en slums. Estas intervenciones se han complementado con un debate centrado en las paradojas y retos que, desde el punto de vista ético y estético, atañen al arquitecto que trabaja en entornos precarios. La idea de que la necesidad en la arquitectura consiste en atender los requerimientos habitacionales de los países en desarrollo ha sido compartida por los dos ponentes de la tarde. Mientras que Anupama Kundoo, nacida en la India en 1967, ha defendido que lo necesario en la arquitectura es, en realidad, lo que no se construye –el espacio habitado–, reforzando esta idea a través de una serie de proyectos construidos con técnicas y materiales locales y desarrollados con la participación de las comunidades implicadas, el arquitecto sudafricano Peter Rich, nacido en 1945, ha presentado mediante exquisitos dibujos y sugerentes fotografías, y con una mirada muy cercana a la de un antropólogo, edificios construidos en diferentes enclaves del continente cuya tónica común es, como en el caso de Kundoo, la atención al contexto, la sensibilidad a los invariantes de la cultura local y la innovación constructiva con recursos limitados. La jornada ha terminado con un debate moderado por Andres Lepik, en el que los ponentes, pese a exponer las paradojas de exportar a otros contextos sus propias experiencias, no han renunciado a la confianza optimista en el poder emancipador de la arquitectura. Montse Zamorano