(1951-2003)
Tony Fitzpatrick contribuyó a proyectar y construir algunos edificios emblemáticos de los últimos veinte años. Miembro destacado de la mítica ingeniería fundada por Ove Arup, había nacido en Londres en 1951 y murió atropellado por un coche en California, donde residía tras hacerse cargo en 2001 de la división norteamericana de la empresa. Fitzpatrick había empezado a trabajar para Arup en 1972, recién terminados sus estudios en la Universidad de Leeds; y en 2002 el Royal Institute of British Architects lo nombró miembro honorario en reco-nocimiento a su aportación a la arquitectura contemporánea. El rascacielos del Hong Kong and Shanghai Bank, de Norman Foster, era la obra de la que se sentía más orgulloso, pero calculó los 420 metros de altura de la Torre sin Fin, de Jean Nouvel, que no llegó a realizarse, y colaboró asimismo con Renzo Piano en la London Bridge Tower y con Richard Rogers en la terminal 5 del aeropuerto de Heathrow. Uno de sus últimos retos fue resolver las vibraciones que sufría la pasarela del Milenio en Londres —diseñada por Foster—, tan molesta para los viandantes como para la intachable reputación de la firma a la que dedicó su vida.