(1924-2009) 

La influencia de Josep Maria Jujol, discípulo de Gaudí, pero muy especialmente de José Antonio Coderch, uno de los principales impulsores del Movimiento?Moderno en Cataluña, fueron esenciales en la formación de este arquitecto, cuya actividad profesional está vinculada desde los inicios a la de su compañero de estudios y socio Federico Correa, junto al que fundó el estudio Correa-Milà en 1953. Su obra comprende edificios de viviendas, como la Casa Julia en Cadaqués (1958) o la casa Milà en Esplugues de Llobregat (1965); intervenciones de pequeña escala, galardonadas en varias ocasiones con el premio FAD, como los restaurantes Reno (1961), Flash-Flash (1970), e Il Giardinetto (1974), todos en Barcelona; y proyectos de mayor envergadura, entre los que destacan el Edificio Atalaya (1970), la reforma de la Plaza Real (1981), la sede de la Diputación (1987) y el Anillo Olímpico de Montjuïc (1992), en Barcelona, y el nuevo Museo Episcopal (2002), en Vic. Además de su producción en el campo de la arquitectura y el interiorismo, y de su labor docente en la ETSA de Barcelona, Milà diseñó algunas conocidas piezas de mobiliario, como la silla Barceloneta o la lámpara Diana.