Muchas de las obras ejemplares del Movimiento Moderno han sido mitificadas por la historiografía heroica, y pocas tanto como el Pabellón de Barcelona de Mies van der Rohe. Y ello pese a que el pabellón fue desmontado tras su clausura en 1930, de manera que pocos tuvieron la fortuna de conocer el edificio original. La adoración por la vía vicaria del plano y la fotografía comenzó a ser contrarrestada en 1980, cuando una iniciativa de Oriol Bohigas puso en marcha el proyecto de reconstrucción del edificio, llevada a cabo con éxito por Ignasi de SolàMorales, Cristian Cirici y Fernando Ramos. No exenta de polémica y tras encarar problemas hermenéuticos no menores, la reconstrucción se inauguró el 1 de junio de 1986, justo hace treinta años. El aniversario ha llevado a la Fundación Mies van der Rohe de Barcelona a convocar una serie de actos cuyo objeto no sólo es conmemorar la efemérides, sino profundizar en el conocimiento del pabellón. Con este fin, se han celebrado unas jornadas de puertas abiertas, un acto institucional que ha reunido a Ada Colau con los directores que ha tenido la Fundación desde 1986, una exposición que ha dado cuenta de los avatares del edificio y de los artistas que lo han utilizado como escenario, una serie de nuevas instalaciones de creadores como Peter Downsbrough o Sabine Dahrendorf y, finalmente, un simposio internacional sobre la historia y el significado del edificio, con la presencia de como Fritz Neumeyer, Francesco Dal Co, Jorge Otero-Pailos o Beatriz Colomina, entre otros.