Eduardo Torroja
Madrid, 1899-1961
Al volver del colegio para merendar con mis hermanos nos encantaba pegarnos a la radio de mis padres para escuchar las aventuras del Piloto del Espacio. Diego Valor se llamaba así porque era el héroe de un serial radiofónico patrocinado por el chocolate Valor, que se emitía por la tarde para regocijo de niños como nosotros, tanto mayor para quien como yo tenía prohibido el cacao. Los episodios se sazonaban con la Sinfonía de los Planetas, especialmente con la fuga de Marte, que nos provocaba una gran ansiedad con sus trompeteos. Naturalmente mi hermano mayor se identificó enseguida con el piloto sideral y mi hermana con la profesora Fontana, su novia, así que a mí me tocó aliarme con el Mekong. Cuando empezaron a publicarse los cuadernitos dibujados por Buylla y Bayo y los personajes tuvieron cara y cuerpo me sentí mejor. Diego Valor era un héroe bastante tópico y además iba vestido con una especie de parka sobre una camiseta; vamos, como un motero. El Mekong, en cambio, era sabio, poderoso y requetemalo, en fin, mucho más atractivo. Por su parte mi hermana cambió a la profesora sabihonda por la princesa Kira.
Creo que la estética de Diego Valor estaba influida por el Flash de Dan Barry, y a veces los dibujos de la serie tenían aciertos interesantes con medios muy ligeros, como las naves wiganes que eran como de chocolate y las sillas volantes que se manejaban con la mente. Y algunas arquitecturas, apenas esbozadas pero sugestivas. La mejor, el Gran Laboratorio desde donde el tirano verde dirigía su parte del planeta Venus. Luego resultó que era como las cáscaras de Eduardo Torroja, como el mercado de Algeciras, y que él mismo era calvo como mi Mekong. Y resultó también que Torroja hizo después de la guerra arquitecturas figurativas a lo Mongo, como las de Pont de Suert, que parecían las del Flash antiguo o del Valor más cursi. Era pues fácil hilvanar esta viñeta. Uno de los cuadernos extra de DiegoValor, que traía la descripción e historia del país de los Wiganes, me informó de que lo de Mekong era una abreviatura para andar por casa del título de gran dignatario venusino Meehekong. Tenía h intercalada para el boato oficial, como pasó luego con lo de lendakari, que se hizo lehendakari, supongo que por lo mismo.