Cuando abrió al público, en el verano de 2011, lo hizo sin fiesta de inauguración ni comunicados de prensa. Desde entonces, Château La Coste mantiene una condición de lugar recóndito, al que se accede por carreteras comarcales, atravesando bosques y campos de cultivo. El aparente aislamiento, sin embargo, no ha impedido que bajo su sello se consolide una influyente colección de arte y arquitectura, y se construyan los escenarios de las consideradas como citas ineludibles de la cultura internacional...