Tras la II Guerra Mundial se produjo un cambio drástico en la forma de vida de los japoneses. El tránsito de una sociedad todavía ampliamente agraria a otra industrial y de servicios provocó la disgregación de la familia tradicional, así como importantes flujos de población del campo a las ciudades, que habían sido devastadas por el conflicto. Éstas se renovaron manteniendo los trazados antiguos, cuyas zonas residenciales se componen de pequeñas casas unidas por calles estrechas, pero experimentando una renovación estilística y tipológica continua e intensamente influida por Occidente, que se veía favorecida por el relativo bajo precio de la construcción frente al elevadísimo del suelo. La inventiva demostrada por los arquitectos para satisfacer las necesidades de una sociedad en evolución justifica este libro, que reparte veinticinco casas de los últimos diez años en cinco grupos formulados a partir de cuestiones tipológicas y funcionales. Explicadas con textos generosos, hermosas fotografías y planos claros y sintéticos, estas casas japonesas, construidas por arquitectos como Kazuyo Sejima, Jun Aoki, Shigeru Ban o Kengo Kuma, abren las puertas a una mayor comprensión de la situación socioeconómica nipona.
