
Doce años después de haber ganado el concurso para su adjudicación (véase Arquitectura Viva 55) y con siete años de retraso sobre el plazo previsto, se ha inaugurado la estación de alta velocidad Lieja-Guillemins, última obra de Santiago Calatrava en el corazón de la ciudad valona de pasado industrial, hoy en decadencia. Una gran cubierta ondulada, de 158 metros de luz y construida a base de largas costillas de acero —11.000 toneladas— y cerramientos de vidrio —33.000 metros cuadrados— se alza en contraste con el caserío decimonónico frente a la boscosa colina Cointe que ha inspirado su forma. La fachada en el sentido tradicional viene reemplazada por la monumental cubierta; contemplada desde la colina, ésta revela la organización interna de la estación.