En la que es ya su tercera monografía, Carlo Baumschlager y Dietmar Eberle muestran que no han bajado la guardia; la precisión técnica y la elegancia sin adornos continúan sido su imagen de marca. Hace ya casi dos décadas que se produjo el ‘descubrimiento’ de Vorarlberg, la región austriaca enclavada entre Alemania, Suiza y Lietchenstein donde un grupo de jóvenes profesionales producía una arquitectura formalmente contemporánea pero firmemente enraizada en sus propias tradiciones. Al tiempo que se convertía en la ‘cabeza’ más visible de este grupo, el estudio fundado en 1985 y con sede en Lochau consolidaba una manera propia de entender la arquitectura basada, como apunta Kenneth Frampton en la introducción, en tres ejes: economía, ecología y tecnología. Convertidos en auténticos especialistas en el terreno de la vivienda (es muy recomendable su libro House-ing, 2000) y con numerosas realizaciones en su patria chica, Baumschlager y Eberle han abordado en los siete últimos años que recoge este libro otros programas, y han ampliado su radio de acción. Tras realizaciones como la sede de Múnich Re en la capital bávara construirán un gran hospital en Kortrijk, Bélgica, o un conjunto de tres torres con oficinas, centro comercial y viviendas en Pekín.