Como cada año, el espacio de la antigua sala de turbinas de la Tate Modern se utiliza para exponer la obra de artistas contemporáneos en las Unilever Series. Entre los que han protagonizado estos eventos figuran ya, entre otros, Juan Muñoz y sus grises figuras humanas, Anish Kapoor con el rojo desollamiento de Marsias, Olafur Eliasson y un gigantesco sol, y Bruce Nauman con una amalgama de voces.
En contraposición a lo figurativo, color, luz y voces de las instalaciones de sus predecesores, el artista polaco Miroslaw Balka (Varsovia, 1958) muestra ahora How it is, hasta el 5 de abril, nombre que tomó de una novela del irlandés Samuel Beckett. La obra consiste en una robusta estructura prismática de acero de 13 metros de alto, 10 de ancho y 30 de largo, apoyada sobre pilastras a dos metros sobre el suelo, abierta en la parte posterior, desde donde, a través de una rampa, se accede al interior.
En el umbral el visitante comienza a andar con algo de luz, pero a medida que va avanzando hacia el fondo del contenedor la oscuridad se va haciendo cada vez más intensa, haciendo surgir sensaciones que nos remiten al miedo profundo que siente el ser humano ante lo desconocido.