En 1993 Phaidon publicó el primer tomo de la opera omnia de Renzo Piano, cuyo diseño se inspiraba en los que Watermark/Birkhäuser ha dedicado a la producción de Norman Foster. Aunque el crítico británico Peter Buchanan, autor de los textos y coordinador editorial, anunciaba en principio tres volúmenes, el tecno-artesano de Génova ha dado para más: este cuarto tomo contiene obras terminadas en los años noventa, desde el puente Ushibuka en Japón a la Potsdamer Platz berlinesa —proyecto central del tomo cuarto, como el aeropuerto de Kansai lo fue del tercero y las intervenciones en el puerto de Génova del segundo—, pasando por la reconstrucción del taller de Brancusi en París, la Fundación Beyeler en Basilea o el centro cultural en Nueva Caledonia, junto a otras menos conocidas como un túnel de viento para probar los bólidos de la escudería Ferrari en Módena. Además se incluyen dos proyectos ‘de altura’ entonces en ejecución y hoy concluidos: la torre para KPN-Telecom en Rotterdam y el rascacielos Aurora Place en Sidney.Así pues, habrá que esperar un quinto tomo en el que puedan verse ‘completas’ estas obras y otras de ejecución interminable como el auditorio de Roma o la iglesia del Padre Pío. Ánimo Renzo.