En Leidsche Rijn, población cercana a Utrecht, se ha construido la WOS 8 — Warmte Overdracht Station— , una pequeña estación térmica distribuidora que intenta solucionar las pérdidas energéticas de la cercana planta de la compañía generadora UNA. Su objetivo, desde que se inauguró en noviembre de 1998, es recoger, reciclar y distribuir estos excesos a otras áreas de reciente construcción.

El edificio se define por las dimensiones del sistema de tuberías que alberga. El inicial volumen prismático se manipula para adaptarse y envolver su contenido. El cliente pidió específicamente un aspecto externo orgánico, similar al de la piel. Además, se quería evitar lo que hasta ahora caracteriza la mayoría de las arquitecturas: plantas, alzados y materiales enfocados a una sola función. Para conseguir un paramento continuo se aprovecharon las posibilidades de un material como el poliuretano, proyectado o extendido con rodillo.

Cuando pasen unos años, el actual entorno de la WOS 8 se convertirá, probablemente, en un barrio periférico. Para potenciar su atractivo entre los vecinos, las fachadas ofrecen la posibilidad de practicar varias actividades deportivas. En el lado norte se propone la ‘ventana del baloncesto’, un tablero de canasta de vidrio irrompible y única entrada de luz. En este mismo paño se diseña la Doorscope, una especie de puerta-espía. El lado oeste se enfoca a la escalada; una serie de tacos se incrustan bajo la piel y su relieve reproduce un texto en Braille. En el paramento opuesto se forma una retícula de reflectores viarios pulverizados con poliuretano. Sólo algunos quedan vistos y forman el nombre del edificio. La cara sur, en cambio, se dedica a la naturaleza. Aquí se juega con la cubierta para que el agua produzca distintos efectos en su evacuación. En la parte superior de esta fachada se insertan nidos artificiales para acoger diversas especies que, como los murciélagos y algunos vencejos, encuentran un hábitat ideal a esa altura, procurando además un remate alado o comisa habitada...[+]