El ámbito contemplado por el proyecto recorre de norte a sur el eje formado por las plazas de Colón, Cibeles, Neptuno y Atocha, bifurcándose hacia el oeste por las rondas de Atocha y Valencia hasta Embajadores y hacia el este por los paseos Infanta Isabel y Reina Mª Cristina hasta Mariano de Cavia, e incluyendo además las áreas urbanas colindantes.

Rescatar la identidad histórica de este privilegiado escenario supone dar prioridad al tránsito peatonal sobre el de vehículos, que queda relegado a la acera opuesta al Museo del Prado. Se recupera así la función del eje como engarce entre antiguas y nuevas sedes culturales, y como espacio libre público y arbolado.

En el tramo que une Cibeles con Neptuno se plantea recuperar la idea ilustrada del Salón del Prado; para ello se concentra toda la circulación rodada en el lado occidental, junto al Banco de España. Bajo la plaza de la Lealtad se sitúa un aparcamiento de autobuses turísticos y frente a ella, un paso conectado al Museo Thyssen-Bornemisza.

En la plaza de la Hispanidad, cuyo perímetro se podrá recorrer en superficie, las fuentes ceden su lugar al Monumento a Colón, que recupera la centralidad; la actual cascada del Centro Cultural de la Villa se sustituye por un acceso abierto a los jardines del Descubrimiento, junto a los cuales surge un singular ovoide de vidrio.

El barrio de Pacífico, junto al borde sur del Retiro, cuenta con una complicada topografía sobre la que se sitúan edificios de especial condición simbólica tales como el Observatorio de Villanueva sobre el Cerrillo de San Blas, el Panteón de Hombres Ilustres o la Real Fábrica de Tapices; el proyecto mejora la visibilidad del área... [+]