Nadie duda de que vivimos rodeados de eso que Debord llamaba ácidamente ‘mercancías-vedetes’, artículos que compiten por mostrarse de la manera más irresistible para apelar a nuestros sentidos y nuestros bolsillos. En arquitectura, este dictado de la publicidad ha auspiciado una fértil tradición, la del diseño de showrooms y tiendas ‘insignia’ en las que el talento creativo del proyectista se convierte en un arma de seducción más. Con esos mimbres, una compañía india de larga trayectoria en la fabricación de ladrillos ha querido renovar su imagen y dotarse de un escaparate que transmita su devoción casi artesana por el material que manufactura; para ello ha desplegado su catálogo por suelos, paredes y techos, jugando con los patrones y la variedad de tonos térreos que confieren distintos tipos de arcilla y tiempos de cocción, de suerte que los clientes puedan descubrir el potencial de sus productos.