La nueva torre de Xiamen con 105 metros de altura, proyectada por OMA-Chris van Duijn, responde a su entorno urbano inmediato con una fachada escultural de franjas cerámicas de color blanco. El edificio, sede de la empresa Jomoo, surge entre el contraste de densos rascacielos y una colina verde, reflejando esta dualidad en su forma dinámica.

La base facetada se inspira en el paisaje montañoso de la provincia china de Fujian. Una serie de ángulos generan pliegues con 21 triángulos vidriados, en una geometría irregular que alberga las entradas del edificio y las funciones públicas como el vestíbulo, una galería de exposiciones, un salón polivalente y salas de conferencias.

La parte superior, dedicada a oficinas, emerge sin fisuras desde el podio. Su fachada se articula con franjas verticales de cerámica blanca orientadas en distintas direcciones, evocando tanto las ventanas de tradición local como la utilización identitaria de este material por parte de Jomoo en sus productos sanitarios, uniendo tradición artesanal y producción tecnológica avanzada. Este proyecto elimina columnas interiores, para configurar espacios amplios, flexibles y eficientes.