Ubicado en lo alto de una colina de la una ciudad-condado de Changhua, este volumen escultórico de hormigón está rodeado por un estanque ovalado. El proyecto parte de la premisa de conseguir el confort térmico sin recurrir a sistemas de climatización artificial. Por ello, la cubierta curvada y escalonada facilita el control del flujo de aire en el interior, así como los paneles pivotantes de madera de teca birmana, que además dirigen el acceso de la luz solar. La dislocación vertical entre las placas curvas y la placa horizontal que cubre la plataforma delantera permite que los rayos de sol iluminen la superficie de la mesa de té durante la estación más fría. El pabellón emerge como una isla sobre el estanque, elevado 60 centímetros sobre el nivel del agua en el lado este y 30 centímetros en el lado oeste. Los cambios de nivel facilitan que el agua fluya, aumentando la humedad relativa en el aire.