El Milstein Hall es el primer edificio de nueva planta que se ha construido en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Cornell desde hace muchas décadas. Sin caer en mímesis estilísticas, pero evitando aislarse del entorno, la nueva pieza se inserta entre las tres preexistentes, sirviendo de nexo entre ellas, generando nuevos recorridos y ampliando la superficie de la escuela con 47.000 metros cuadrados destinados a aulas, una galería y un auditorio. Así implantado, el proyecto se desarrolla a partir de una serie de contrastes. Tipológicamente, la ‘caja’ moderna, que normalmente se exhibe como un objeto aislado, funciona aquí como una charnela que dota de continuidad a los edificios preexistentes. El programa se estratifica en dos ámbitos distintos, a cada uno de los cuales se asocia una solución estructural, un catálogo de materiales y una atmósfera particular. Mientras que la planta superior, embebida en una gran celosía de acero, presenta un ambiente diáfano y luminoso, la planta baja, semienterrada y telúrica, está resuelta con una estructura de potentes vigas de hormigón, y alberga un auditorio recogido por una cúpula que, emergiendo a través del forjado superior, entra en conflicto visual con la forma rectilínea del gran voladizo que la protege. Una cubierta ajardinada y perforada de lucernarios remata el conjunto.