En una pequeña parcela del barrio residencial de Punchbowl, en Sídney, se sitúa el proyecto para la nueva sede de la Australian Islamic Mission, un complejo de edificios destinados al aprendizaje y el culto religioso. La primera fase finalizada comprendía la construcción de una mezquita con capacidad para trescientos fieles. Aunque estaba diseñada principalmente para el culto, en la actualidad también sirve a la comunidad en general como lugar de encuentro y para la celebración de eventos, propiciando la inclusión social.

En el interior destacan la superposición escultórica de pequeños huecos de hormigón y una cúpula de madera en capas con una abertura circular. Una planta clara y compacta define el recorrido que siguen los fieles desde la calle, primero a través de una secuencia de patios exteriores, luego a través de un espacio iluminado para las abluciones y, finalmente, hacia el interior de la propia mezquita con una sencilla configuración cuadrada. Aquí, el eje se desplaza hacia la diagonal de la plaza, reorientando la mezquita hacia el este. La construcción fue realizada con hormigón de bajas emisiones de carbono y un alto contenido de cenizas volantes, un residuo derivado del proceso de fabricación del acero.