Flotando a diez metros del suelo, a la altura de las copas de los árboles de un denso pinar al norte de Suecia, se construyó la séptima habitación del conocido Treehotel, un complejo que cuenta con otras seis estancias diseñadas por arquitectos nórdicos. Con una superficie de 55 metros cuadrados (dos dormitorios, un estar, un baño y una amplia terraza), la cabaña puede acomodar hasta cinco huéspedes y ofrece impresionantes vistas del bosque y del río Lule. La propuesta busca acercar a las personas y la naturaleza a través de grandes huecos y una terraza que desdibujan el límite entre el interior y el exterior. Al acercarse, la vista de la cabaña se transforma con la aparición de una sexta fachada: la parte inferior, cuya superficie de 12x8 metros está revestida con una fotografía en blanco y negro de árboles que se elevan hacia el cielo, un trampantojo que evoca el estado del lugar previo a la construcción. En cuanto a la estructura, doce delgadas columnas soportan la cabina reduciendo la carga sobre los troncos y el impacto visual en el entorno, al tiempo que dotan al conjunto de una sensación de ingravidez. En línea con la tradición nórdica, la fachada se envuelve con tablas de pino termotratado. Por su parte, el pavimento interior es de madera de fresno, mientras que las paredes se revisten con contrachapado de abedul...[+]