Un conjunto en desuso formado por dos casas y tres almacenes, donde antiguamente se vendía y almacenaba arroz, ha sido transformado en un centro de arte para la ciudad japonesa de Ota, en la prefectura de Gunma. Las galerías expositivas, estudios y talleres se insertan en un jardín.

El proyecto incluye la demolición de algunas piezas, como los bloques de hormigón que cerraban el recinto. En su lugar, se introduce un banco protegido por una marquesina. Empleando técnicas tradicionales japonesas de construcción modular en madera, se reutilizan elementos estructurales, puertas y ventanas. Los palés de los almacenes se convirtieron en vallas, mientras que las tejas, el hormigón y las piedras encontraron una nueva vida como materiales de pavimentación.