Adecuación de la nave de dormitorios del Monasterio de Sijena
Sebastián Arquitectos  Pemán y Franco Arquitectos Zaragoza 

Adecuación de la nave de dormitorios del Monasterio de Sijena

Sebastián Arquitectos  Pemán y Franco Arquitectos Zaragoza 


El Real Monasterio de Santa María de Sijena, fundado en 1188, ha experimentado una profunda transformación que devuelve la dignidad a sus espacios históricos. La última intervención, recientemente concluida, ha acondicionado la antigua nave de dormitorios como sala expositiva destinada a albergar los bienes patrimoniales devueltos al cenobio.

El proyecto se enmarca en un ambicioso proceso de recuperación iniciado en 2002, tras décadas de abandono y daños causados por un incendio durante la Guerra Civil. Las obras han abordado respetuosamente problemas estructurales y patológicos, como la persistente humedad derivada de las aguas subterráneas, mediante un sistema de drenaje profundo, que conduce el agua hasta un nivel más bajo del manto freático.

En el caso concreto de la nave de dormitorios, la intervención se ha planteado desde tres líneas de actuación. Primero, la restauración de la estructura original de arcos perpiaños y muros de piedra y tapial, a los que se han sumado reintegraciones ejecutadas con un lenguaje arquitectónico coherente con la evolución del monumento. Un alfarje de madera sugiere la antigua existencia de un segundo nivel, respetando la memoria constructiva sin recurrir a falsos históricos. En segundo lugar, se ha colocado una ‘alfombra’ cerámica con sección en vaso que cumple una doble función: ocultar las instalaciones técnicas y proteger del ascenso de humedad. Finalmente, se han incorporado elementos funcionales y museográficos —como vitrinas y mobiliario— cuidadosamente diseñados para integrarse con sobriedad en el espacio, evocando las antiguas celdas, celosías, bancos y muebles del monasterio.

Los equipos de climatización e instalaciones se han ubicado fuera de las naves, en un volumen discreto de ladrillo, y los recorridos de conductos y cableado se han canalizado bajo el suelo para no interferir con los muros originales. El cierre del espacio se ha resuelto mediante un vitral que mantiene la continuidad visual hacia el patio.

Respetando el legado monástico, la intervención ha logrado revitalizar los espacios medievales con un equilibrio entre lo antiguo y lo contemporáneo. Los materiales utilizados, como el ladrillo o las piezas cerámicas triangulares del pavimento dispuestas en diagonal, se presentan con honestidad y sin artificios, reforzando el carácter austero del lugar.