En un contexto donde cada vez más iglesias cierran sus puertas en Dinamarca, el nuevo templo de Højvangen representa una excepción notable. Ubicada en un bosque a las afueras de Skanderborg, esta iglesia es la primera en construirse en la zona en más de quinientos años.

Con una superficie de 1.500 m², el conjunto eclesiástico está concebido como un espacio de encuentro, contemplación y vida comunitaria. El proyecto busca integrar el edificio en el paisaje mediante una fachada de ladrillo claro.

A diferencia de las iglesias tradicionales, esta no cuenta con una nave central ni una orientación fija. En su lugar, la pila bautismal ubicada en el centro se convierte en la única de referencia. La luz natural desempeña un papel esencial, filtrándose a través de los muros perforados para crear una atmósfera cambiante que acompaña la experiencia espiritual.

La flexibilidad del interior también se refleja en su mobiliario. Henning Larsen colaboró con el fabricante danés Brdr. Krüger para diseñar la silla Ekko, una pieza apilable creada especialmente para este proyecto. El mobiliario móvil permite reconfigurar el espacio para distintos usos, desde ceremonias religiosas hasta eventos culturales y encuentros cotidianos.