Inspirada en la forma fluida de una gota de agua, Casa Xcunya es una propuesta arquitectónica que apuesta por la convivencia armónica con la naturaleza, en contraste con la acelerada expansión urbana de Mérida, capital del estado mexicano de Yucatán.

El agua ocupa un lugar central en el proyecto, fluyendo como eje articulador entre muros y celosías, y marcando el ritmo de la construcción. La casa se erige sobre cimientos de roca local, elevada un metro sobre el nivel del suelo, una solución que no solo la protege frente a inundaciones periódicas, sino que también favorece la ventilación cruzada natural.

Construida con materiales de la región y técnicas tradicionales mayas, Casa Xcunya encarna una arquitectura de respeto y permanencia. La orientación de sus espacios ha sido cuidadosamente estudiada: los dormitorios se sitúan al norte, donde las temperaturas son más frescas, mientras que las áreas comunes aprovechan la luz filtrada del oeste. La palapa, tejida con palma natural, actúa como un sistema pasivo de climatización, reduciendo la temperatura interior de forma eficiente.

El diseño integra sistemas de captación y gestión del agua que minimizan el impacto ambiental, a la vez que se prioriza la conservación de la flora existente. Como compromiso con el entorno, se ha plantado el triple de árboles por cada uno que fue talado durante la construcción.