Libros
Herzog and De Meuron vs. Mies
Inspirada por una visita a la Casa Farnsworth de Mies van der Rohe, la obra crítica más importante de Jacques Herzog y Pierre de Meuron usa la transparencia como un papel tornasol para poner a prueba la naturaleza de la modernidad artística y arquitectónica, en un itinerario que va desde Bruno Taut e Ivan Leonidov hasta Dan Graham y Gerhard Richter, pasando por Marcel Duchamp y, evidentemente, el propio Mies. Ese viaje inquisitivo al lado oscuro de la transparencia, que hallan más en el arte que en la arquitectura, es a la vez una exploración de sus propias fuentes y una hoguera indecisa que arroja destellos ocasionales sobre su trabajo. Tanto las fotografías exactas de Pierre de Meuron como los textos límpidos de Jacques Herzog ocultan su incendio crítico con un ropaje de fría precisión y nítida claridad, pero bajo esa luz solar alienta un ardor intempestivo.
El argumento del libro se expone sintéticamente en las primeras páginas: «En el arte, la transparencia abrió rutas hacia un discurso social radical, crítico y pesimista, mientras que en la arquitectura la transparencia se difundió como expresión de una sociedad nueva y abierta en armonía con la naturaleza». En esta disyuntiva, no hace falta decir que las simpatías de los socios de Basilea están con la actitud desconfiada de los artistas más bien que con la posición afirmativa y esperanzada de los arquitectos, porque el texto surge de la decepción experimentada en la Casa Farnsworth, que esperaban visitar con la veneración debida a una de las obras canónicas del siglo XX, y en su lugar provocó una reflexión crítica que pone en cuestión elementos esenciales de la modernidad. Los ‘pensamientos y observaciones’ suscitados se centran en la transparencia y su naturaleza equívoca, porque parece asociarse a la exposición plena y sin embargo es a menudo sólo apariencia, construida con vidrio, cristal y espejos: una enumeración que desborda la modernidad funcionalista del vidrio para incluir la premodernidad visionaria del cristal y la postmodernidad escenográfica del espejo.
La sección más extensa del libro está dedicada a la Casa Farnsworth, y aquí los textos de Jacques Herzog y las imágenes de Pierre de Meuron entran en sintonía para desmontar la obra severa y minuciosamente, con la mirada analítica diseccionando la pieza como si se manejara un bisturí en la atmósfera gélida de una sala de autopsias. Evitando la crítica postmoderna que desde Charles Jencks reprocha a Mies su platonismo, los suizos hallan en la Farnsworth una belleza que no ofrece cobijo, ignorante de los aspectos psicológicos de la arquitectura, e inferior a los ejemplos que ilustran de arquitectura primitiva o vernácula.
Es este sin duda un libro significativo, que a mi juicio merece leerse con la atención que se prestó hace medio siglo a ‘Transparency: Literal and Phenomenal’, el artículo de Colin Rowe y Robert Slutzky cuya publicación en Perspecta en 1963 enriqueció nuestra percepción de la modernidad: una obra que incorpora las voces de los suizos a un diálogo crítico que tuvo en Rossi y Venturi hitos singulares, y al que en fechas posteriores se han ido añadiendo arquitectos en activo como Eisenman, Moneo o Koolhaas. En una entrevista ya lejana, Jacques Herzog pensaba en voz alta: «Quizá debo escribir más…» Está comenzando a hacerlo.