Un repaso a la obra de Lacaton y Vassal produce la tranquilizadora sensación de que el hilo dorado de la arquitectura moderna no se ha enmarañado irremisiblemente entre los laberintos de las últimas décadas y que, en manos de algunos profesionales, sigue sirviendo de guía para renovar los temas que le otorgaron dignidad y que lo hace desde la óptica privilegiada del nuevo paradigma de la sostenibilidad sin necesidad de hacerlo explícito como etiqueta: prefabricación, rehabilitación, presupuestos modestos, experimentación, reutilización y las virtudes de la ‘no intervención intencionada’ (la única arquitectura ecológica es la que no se hace, Otto Frei dixit). En coherencia con esta trayectoria, con muchos puntos en común con la de un pionero como Lucien Kroll, nos ofrecen ahora, acompañado de un texto-entrevista con el también arquitecto Frédéric Druot y bajo el lema ‘No derribar nunca, no restar ni reemplazar nunca, transformar y reutilizar siempre’, un análisis-propuesta para la regeneración del ingente parque inmobiliario de vivienda colectiva construida en Francia en los años sesenta y setenta, en la forma de un muestrario de siete proyectos que retoman los aspectos más afortunados del Movimiento Moderno y profundizan con coherencia en aquellos que le llevaron al fracaso para ofrecer alternativas verosímiles.
Los atractivos fotomontajes y los minuciosos estudios tipológicos ponen de manifiesto una vez más que el contexto y lo existente, no la tabla rasa, son el mejor escenario para la creación de entornos significativos. En un momento como el actual en España, en que, producto de la fiebre inmobiliaria, nos enfrentamos a un parque residencial sobredimensionado y mediocre cuya regeneración se anuncia ya como la tarea de un futuro urgente, sus reflexiones y propuestas son más oportunas que nunca.
