Con 85 años, Peter Eisenman va camino de convertirse en el hereje arquitectónico más longevo de la historia. Desde que en los años 1960 se plantease desestabilizar la disciplina, no ha parado de producir textos, discípulos y proyectos. Para constatar su vigencia, se editan dos libros de carácter bien diferente: una antología de sus ensayos y la transcripción de unas conferencias celebradas en torno a su figura.
La antología es una cuidadísima edición, bien seleccionada por Anna Pla, cuyos textos originales, plagados de neologismos, juegos de palabras y referencias filosóficas, han sido traducidos con claridad por el tristemente fallecido Maurici Pla. Su lectura requiere un esfuerzo de concentración, algo complicado en estos tiempos. Pero el libro, aunque tardío, ayudará por fin a entender mejor la obra de Eisenman en el contexto hispanohablante.
Tras el prólogo de Sanford Kwinter se suceden once textos que abarcan cuarenta años de investigación. Desde su ensayo sobre la forma arquitectónica, síntesis de su tesis doctoral (1963), hasta un texto donde defiende la autonomía de la disciplina y la necesidad de la crítica (2000). La segunda parte, ‘L’, incorpora cuatro memorias de proyectos arquitectónicos: una dedicada a sus primeras casas (70’s), dos a su etapa de las ‘Ciudades de Excavación Artificial’ (80’s) y el último a los pliegues y la experimentación digital (90’s). La antología se cierra con una carta al filósofo Jacques Derrida.
Cuarenta años es mucho tiempo, pero aún es mayor el marco en el que Eisenman quiere insertar su obra. Muchos textos se remontan a Alberti como el padre de la autonomía de la disciplina. Palladio, Piranesi o Terragni son otras de sus referencias históricas. Eisenman cuestiona el antropocentrismo, el clasicismo y la fenomenología predominante de la arquitectura moderna. La dimensión temporal y el significado del objeto arquitectónico son replanteados, utilizando conceptos de Chomsky, Derrida, Foucault o Deleuze.
Aunque sus referencias sean predominantemente anglosajonas en su formación, italianas en lo histórico y francesas en lo filosófico, Eisenman tiene en España su construcción más importante hasta hoy. Resulta extraño que este libro, que puede convertirse en el manual hispano que decodifique su obra, no recoja nada sobre ella.
Hay otras ausencias inevitables, al reducir a 11+L, los 19+19 ensayos del volumen doble publicado por Yale U. Press (2004, 2007). Pero los seleccionados son probablemente los más importantes, y ofrecen una buena muestra de su complejo entramado intelectual.
El segundo libro no tiene la misma importancia en contenido, ni tampoco la cuidada edición del primero. Pero es de más fácil lectura, ya que se trata de la transcripción de la conferencia ‘ISSUES?’, celebrada en Belgrado en noviembre del 2013.
Aunque el título anuncia un diálogo entre arquitectos y filósofos, en realidad todos los participantes son arquitectos /docentes, que condimentan sus intervenciones con alusiones filosóficas. Pero los filósofos están ausentes, y quizás esto ayude a enmarcar las discusiones bajo la especificidad de la arquitectura. Los temas y los debates son inteligentes, pero la mayoría de los ponentes son de la órbita eisenmaniana, lo cual reduce las oposiciones beligerantes, incluso en la sesión titulada ‘Contra Eisenman’.
Cabría preguntarse qué sentido tiene transcribir estas sesiones cuando se encuentran disponibles gratuitamente en Youtube, formato más fiel al original. Además, el texto editado apenas tiene ilustraciones, lo que dificulta la comprensión del mensaje.
Hay sin embargo dos elementos que complementan la antología: las intervenciones de Eisenman ayudan a descifrar sus textos; y la recurrente alusión a la Ciudad de la Cultura, citada en las seis sesiones de conferencias, demuestra el interés internacional por el proyecto, mientras que en el contexto español aún parece ser un tabú.
