La subida del nivel del mar y las tormentas cada vez más violentas obligan a replantearse la protección del litoral. En el Delta del Ebro o el Mar Menor las administraciones planean comprar terrenos para crear zonas barrera.
Mientras en las cumbres del clima se negocian los grandes acuerdos para frenar el impacto del calentamiento global, las regiones más vulnerables deben prepararse para el futuro y hacer frente a las cuantiosas pérdidas económicas por fenómenos extremos como las inundaciones por la crecida del río Ebro que estos días han causado graves daños en Aragón.
En la vecina Cataluña, en el Delta del Ebro -uno de los ecosistemas más vulnerables en España-, el litoral retrocede cada año empujado por la erosión y por las violentas tormentas. Se estima que el extremo oriental del Parque Natural perdió 648 metros entre 1986 y 2016 y los devastadores efectos de la tormenta Gloria en 2020 provocaron la inundación de gran parte del Delta. Las aguas avanzaron hasta 3 km tierra adentro, ocasionando daños a los arrozales que vieron más de 3.000 hectáreas arrasadas por el temporal.
Para responder a esta situación (y a las previsiones para las próximas décadas) el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico ha elaborado el Plan para la Protección del borde litoral del Delta del Ebro. El documento contempla, entre otras medidas, la creación de zonas de "acomodación" para formar una barrera natural, una franja de entre 300 y 500 metros entre el mar y las zonas arroceras. Eso implica la expropiación de terrenos privados que pasarán a formar parte del Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT). En concreto, podría suponer la adquisición y "naturalización" de entre 500 y 800 hectáreas, la mayor compra en Europa provocada por el cambio climático. "Es el primer espacio en España que va a generar refugiados climáticos", advierte Roberto González, responsable del Programa de Aguas de SEO Birdlife. "Los escenarios de la Comisión Europea sobre lo que va a ocurrir de aquí a 2050 dicen que un 40 o 50% del Delta va a desaparecer, con los conflictos y tensiones que eso va a generar"...
El Mundo: Una tierra de nadie para proteger el litoral de las inundaciones