Embajada holandesa en Berlín 

Tras considerar 242 proyectos de 30 países presentados por un nutrido comité de expertos, un jurado presidido por Zaha Hadid —cuya terminal de Estrasburgo fue premiada en la anterior edición de este galardón europeo y bienal— designó como finalistas la torre Swiss Re de Foster en Londres; el edificio de los almacenes Selfridges de Future Systems en Birmingham; la explanada con pérgola de Martínez Lapeña y Torres en el Fórum de Barcelona; el estadio de fútbol de Souto de Moura en Braga; y la embajada de los Países Bajos en Berlín, de Koolhaas. Finalmente, el edificio que se alzó con el premio fue la cancillería en la capital alemana, un proyecto que, en aras de mostrar el carácter abierto de la sociedad holandesa, reinterpreta la estricta normativa urbana de la ciudad del Spree con un potente cubo vítreo que se alza en Berlin Mitte y junto al río. Elevado sobre un podio de hormigón y acompañado de una pieza residencial que completa la manzana sin cerrarla, su interior oculta una vertiginosa promenade architecturale que se extiende a través de las ocho plantas del inmueble para dar forma a su sistema de comunicación interior y acomodar en torno suyo las distintas dependencias..