Preservar el carácter de los paisajes naturales en los que se insertan los edificios es uno de los retos a los que se enfrentan los arquitectos del siglo XXI. Es el caso de MAD Architects, que acaban de terminar en China el Huangshan Mountain Village, un complejo residencial de diez bloques de apartamentos que se sitúa en una región considerada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. El proyecto propone un sistema aterrazado que se alinea con la topografía original de las montañas y que pretende, así, emular la forma de los campos de té circundantes.