Editado por feliz iniciativa de la delegación de Zaragoza del Colegio de Arquitectos de Aragón como primer volumen de la colección ‘Arquitectura Veinte’ de textos del siglo, este libro es una reproducción facsímil del que editó Julius Hoffmann en 1933 con las ponencias del II Congreso de los CIAM, celebrado en Frankfurt en 1929 bajo el título Die Wohnung für das Existenzminimum. Además de los textos en sus idiomas y de la colección de plantas de viviendas de toda Europa que acompañaba a la versión original, esta edición incluye la traducción española y una imprescindible introducción a cargo de Carlos Sambricio.

Son muchas las reflexiones que suscita la lectura tanto de este texto como de las ponencias de Siegfried Giedion, Ernst May, Walter Gropius, Le Corbusier con Pierre Jeanneret, Victor Bourgeois y Hans Schmidt. Por una parte, resulta significativo constatar una vez más cómo, más allá de una cierta unanimidad en tomo al concepto de industrialización, el Movimiento Moderno estuvo lejos de responder a un cuerpo monolítico de ideas; y cómo todos los debates encarnizados que se produjeron en su seno siguen básicamente sin resolverse. Por otra parte, asombra comprobar tanto el rigor y la capacidad de síntesis con el que estos pioneros abordaron el problema de la vivienda obrera, como la lucidez y el carácter progresista con que se analizaron en este congreso las tendencias demográficas, la incorporación de la mujer al mundo laboral o las nuevas formas de convivencia. En ese sentido, el concepto de vivienda mínima esgrimido por Gropius y May era inseparable de las propuestas de colectivización de muchas de las actividades y funciones de la vida cotidiana. Estos textos ayudan también a entender que fue precisamente el excesivo simplismo en el análisis del fenómeno urbano lo que abrió la grieta por la que se colaron a la par el mercado y la burocracia, para dar lugar a las terribles periferias europeas de viviendas realmente mínimas.